se sitúa en el perfil de una Loma que vigila los caminos que llegaban desde Trujillo y Garcíaz o las dehesas del término l alto dónde se ubica la ermita de la concepción, humilladero y solaz descanso para los caminantes.
Frente a la ermita hay un pozo con riquísima agua que reanimaba cuerpo y espíritu a caballerías y hombres. Quedan restos de cimientos entre los huertos que bordean el camino y la creencia entre la población de que antiguamente había muchos habitantes en torno a este templo.