El edificio está muy reformado. Apenas se puede imaginar su antigua estructura y ya es solo un recuerdo la artística verja de hierro forjada que tenía.
Tampoco queda recuerdo de su uso, pero la últimas investigaciones concluyen que puede haber sido la Casa de la Cofradía de los Santos Fulgencio y Florentina, por el escudo pontificio que preside tan bella portada.